Rompiendo estereotipos, esta es la frase que nos va a acompañar
todo este mes de marzo en el Calendario “Con hombres de hoy, con hombres de
mañana” elaborado por la Asociación Comarcal de Mujeres del Valle del Jerte a
través de la subvención de Diputación para promover la igualdad entre mujeres y
hombres.
Desde la Oficina de Igualdad
apoyamos este proyecto y continuamos la labor iniciada tanto por la Asociación
de Mujeres como por los hombres que aparecen en dicho calendario, recogiendo en
unas entrevistas la opinión de ellos. Así cada mes iremos publicándolas.
Ha sido un gusto poder
escucharles, porque tienen mucho que aportar y mucho de lo que aprender para
conseguir una sociedad más justa e igualitaria.
Y este mes está con nosotras
Alejandro Cano Blazquez, él es un chico que se dedica a la danza y al ballet y
que actualmente estudia 3º de la ESO en un Instituto de la Comarca. Se inició
hace años en una Escuela de danza moderna y danza oriental. A su edad ya sabe
mucho de danza rítmica, de danza del vientre, de danza moderna, de ballet y de
zapatillas de punta. Hoy en día, se sigue formando en una Escuela de Plasencia,
animado ya hace años por sus propias inquietudes y por una profesora que le vió
sus especiales aptitudes para ello.
Son evidentes las razones que le
han hecho aparecer en el calendario bajo el lema “rompiendo estereotipos”, la
Asociación de Mujeres de Cabezuela le tiene muy protegido desde que le conocen
con esta práctica y cada año gustosamente participa en su Gala Benéfica, le
cuidan mucho, y sobre todo, le animan a que siga adelante a pesar de las
dificultades vividas. Ellas fueron las que contactaron con su familia para
participar en el proyecto del calendario y tanto Alejandro como su familia
aceptaron gustosamente.
Él sabe que rompe estereotipos porque
dice que “los chicos pueden hacer cosas
de chicas y al revés, las chicas pueden hacer cosas de chicos”.
Su entorno cercano de chicos no
siempre lo entendió ni le apoyó, tal y como nos comparte en la entrevista: “al principio lo veían un poco raro que yo
hiciera ballet y como que me llamaban ‘marica’ por hacer ese tipo de
disciplina, pero con el tiempo yo he ido diciendo que digan lo que quieran
porque voy a hacer lo que me guste”. Sin embargo, parece que sus amigas, como
él nos dice “lo han aceptado desde el
principio mejor, ellas dicen que está bien que haga ballet si a mí me gusta”.
“Yo estoy haciendo algo que me
gusta y si hay alguien que no lo entiende, pues que lo entienda, ahora me da
igual”. Estas son palabras de Alejandro ahora, pero compartiendo con su
madre María José, sabemos que pasaron momentos difíciles porque le consideraban
en el colegio una persona diferente frente al resto y eso no era así. Ella nos comenta
que pasaron tantas cosas que a él ya no le importa lo que le digan, “en ese aspecto siempre lo ha tenido muy
claro, ha sufrido, pero, …, el baile le da fuerza”.
Y ya lo tiene claro, sí, porque tranquilamente
nos dice “es muy bueno que en mi clase
haya un chico que haga baile, porque influye positivamente y en mi familia ha
influido mucho mejor todavía. Es ganancia para todos”. Y es ganancia para
todos y para todas en una sociedad en donde aún se convierte en titular la
ruptura de estereotipos y donde aún tenemos que trabajar mucho para que chicos
como Alejandro puedan desarrollarse plenamente en las actividades que quieren,
sin tener que ser señalados o juzgados. Y ya lo dice él, que conoce a una
compañera que quiere ser futbolista de profesión y está seguro, por desgracia, que ella también tendrá que trabajar para
romper estereotipos.
Agradecemos profundamente su
participación en el calendario y agradecemos de corazón el que nos hayan
permitido (su familia y él), acercarnos un poquito más a su vida y a sus
inquietudes e ideales, que son referente de cambio en la Comarca del Jerte. Ya
nos lo dijo en la entrevista “me siento
bien al verme participando en el calendario, así, algún chico se puede
cuestionar cosas”.
Esa valentía que le recorren sus
palabras en el día de hoy y que ha sido merecedora de respeto y admiración
también entre su profesorado y personas que le conocen, es la que lanzamos a la
sociedad para que se generen dinámicas ausentes de discriminaciones y de
prejuicios sexistas. Que se difunda el respeto desde la igualdad de
oportunidades para que haya más familias, que como la de Alejandro, apoyen su
opción de vida y sus gustos, aunque ello signifique cuestionar los roles
aprendidos.
Y finalizamos esta entrada con
palabras del propio Alejandro que anima a otras chicas y chicos de su edad a no
tener miedo en sus aspiraciones: “si les
gusta algo que no tengan vergüenza, aunque sea de chica, que no pasa nada, es
lo que tienen que hacer, es lo que deben”, porque como dice su madre “¿le hace daño a alguien?”
Disfrutemos de este mes de marzo
libre de estereotipos sexistas. Está en manos de toda la sociedad y en nuestras
manos en particular.
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