La orientadora del IES Valle del Jerte nos pidió que diéramos el apartado que hay en el libro de Psicología dedicado al cerebro de hombres y mujeres. Cuando me lo planteó me pregunté ¿qué hay de cierto en esto? y qué se dice en dicho libro?. Pues aquí os dejo algunas imágenes del libro:
Seguramente hayas visto esta imagen que pongo a continuación. Refleja los estereotipos que se tienen al respecto y que pretenden afianzar biológicamente los estereotipos sociales que hemos creado.¿Qué hay de cierto en todo esto?
Para aportar luz a estos interrogantes nos hemos basado en las investigaciones de María Dolores Ochando del Departamento de genética de la Facultad de Ciencias Biologicas de la Universidad Complutencise de Madrid. En dichas investigaciones se aporta lo siguiente:
Genéticamente: mujeres y hombres somos iguales genéticamente en un 99 % ya que de 23 parejas de cromosomas, sólo nos diferenciamos en una pareja cromosómica siendo las mujeres XX y los hombres XY. Analicemos por tanto si las diferencias biológicas son la causa de los estereotipos de género centrándonos en los casos de feminización testicular o síndrome androgenital.
Feminización testicular: tienen constitución cromosómica masculina, XY y testículos así como proporciones normales de hormonas masculinas pero su tejido genital no responde a la testosterona durante el desarrollo por lo que presentan genitales externos femeninos (incluso vagina). Síndrome androgenital: son hembras XX, con ovarios normales pero desarrollan genitales externos masculinos por una secreción exagerada de hormonas andrógenas. La socialización en ambos será inversa a su constitución cromosómica real. El resultado es que aquellos niños que los demás consideran varones y así se socializan, desarrollan una personalidad clara e inequívoca de género masculino.
Por otro lado podemos ver como en el momento en el que se encuentra un esperma con el óvulo, en ese momento se decide si vas a ser XX o XY y hasta 8 semanas de gestación no empieza a diferenciarse los órganos sexuales diferenciales según lo que se haya producido en ese encuentro inicial. En este vídeo en el mínuto 28:30 hasta el 29:00 puedes verlo.
Conclusión: las diferencias biológicas constituyen una señal para la diferenciación de papeles sociales pero no parecen su causa.
En el momento de la fecundación es cuando se decide si el feto será hombre o mujer, estableciéndose en ese momento si será XX o XY pero hasta la 8ª semana de gestación no se empezarán a desarrollar los órganos sexuales, de hecho tanto el pene como el clítoris parten del mismo componente genético como podemos ver en el minuto 28:25 al 29:00 del documental "El clitoris: ese gran desconocido".
Cerebralmente: se atribuyen diferencias de comportamiento de género por el cerebro. Se dice que el cerebro de las mujeres es más pequeño que el de los hombres. Lo cierto es que estructuralmente el cuerpo de las mujeres es más pequeño que el del hombre por lo que el cerebro de ellas estaría en relación a su estructura.
Otra argumentación es que los lóbulos frontales, que es donde se encuentra la inteligencia, están más desarrollados en los hombres. Sin embargo se ha investigado a los monos antropomorfos y estos tienen los lóbulos prefrontales más desarrollados y no por eso son más inteligentes que los hombres.
Otra argumentación muy extendida se basa en la lateralización, es decir, el hemisferio izquierdo está localizado el lenguaje y es el predominante en las mujeres. El derecho es el dedicado a lo afectivo, contemplativo y espacial. Si esto fuera así esperaríamos que las mujeres fueran más activas y no contemplativas y los hombres serían afectivos y contemplativos.
Por lo que surge una nueva idea: no es que predomine un hemisferio u otro, es que la lateralización es superior en chicos que en chicas. Como la lateralización se va marcando en la pubertad y en ese momento se frena dramáticamente, aunque no se pare, y los chicos maduran más tardíamente las mujeres estarían menos lateralizadas y ellos más. Esto conllevaría que los hombres pueden realizar varias tareas simultáneamente y las mujeres no, ya que correrían el riesgo de confundirse. Si vamos a la realidad nos encontramos con otra situación bien distinta y si no observemos a una mujer con jornada laboral fuera de casa y trabajo en el hogar y criaturas.
Cuando nacemos tenemos definidas muy pocas vías neuronales lo cual es adaptativo y fundamental para nuestra capacidad de aprendizaje y la de enfrentar situaciones nuevas. Las conexiones neuronales se van estableciendo basándose en un programa epigenético no sólo sino y fundamentalmente, en base a la experiencia.
Estas diferencias entre hombres y mujeres que apoyan las discriminaciones de género parecen no inmutar a nadie. Sin embargo en 1969 Jensen publicó un monográfico en el que revisaba las "evidencias" sobre los coeficientes intelectuales y atribuía a factores genéticos las diferencias observadas entre blancos y negros. Estos estudios se utilizaron para justificar el racismo y hubo multitud de estudios con mayor rigor científico que rebatían sus conclusiones. No pasa lo mismo cuando en el libro de texto de Bachillerato de Psicología se dice:
"las mujeres son mejores que los hombres en habilidades como el lenguaje"
"los hombres superan a las mujeres en razonamiento matemático, localización de un camino en un itinerario y en pruebas de habilidades mentales"
Por esta regla de tres, si las mujeres son mejores en el lenguaje ¿cómo es que la mayoría de literatos no son mujeres? Evidentemente biológicamente somos diferentes y el ambiente potencia más esas diferencias generando desigualdades.
Comportamiento: varios son los aspectos fundamentales asignados, estereotipados a uno y a otro sexo. A las mujeres se les asigna un interés por el cuidado de la prole y a los hombres se les asocia mayor agresividad. Pues bien, depende, porque se ha observado un aumento de la agresividad en las hembras en periodo pre y perinatal. Por lo que se ha visto con diferentes estudios que la relación entre andrógenos y agresividad es poco clara y tiene más que ver con la relación con el ambiente.
Respecto a que los hombres no tienen interés por el cuidado de la prole no hay estudios sobre la relación padres (hombres)-criaturas. De hecho se ha visto como esta relación está afectada por el contacto temprano. Cuando nacemos llegamos neurológicamente inmaduros por lo que por supervivencia nos vinculamos a la persona madura que nos cubra nuestras necesidades básicas, _Sin embargo la culura ha bloqueado el contacto natural de los padres con las criaturas. Recordemos una situación cotidiana, acabas de dar a luz y llegáis a vuestra casa y tú, hombre, te dispones a bañar a tu hijo y viene alguien, madre-suegra, que te dice "quita que no sabes, ya lo hago yo".
Se ha estudiado en los monos del Nuevo Mundo que cuando muere la madre son ellos los que se encargan de cuidar a la prole y que son expulsados los que se dedican a jugar con las criaturas. Por lo que podemos concluir que la cultura, en función de cómo sea, te puede permitir o no que desarrolles dicha función.
Conclusión: la biología puede facilitar el comportamiento pero ambos sexos pueden aprenderlos, ya que la socialización redirige el comportamiento.
Así es que mujeres y hombres nos comportamos diferentes ¿es porque lo somos biológicamente hablando o es porque el ambiente potencia esas diferencias? Lo cierto es que son ambas cosas. Son la cara y la cruz de una misma moneda. ¿Podríamos decir que la cara de la moneda es más importante que la cruz? ¿son antagónicas? podríamos hablar de una moneda sin tener en cuenta la cara? o la cruz?. Evidentemente, no.
El ser humano es el resultado de la unión entre los genes y el ambiente:
fenotipo = genotipo + ambiente
Veámoslo con este otro ejemplo. Escuchamos una melodía cuando se unen al mismo tiempo instrumento e instrumentista, ninguno por sí mismo puede producirla. Ambos son necesarios y ninguno por separado es suficiente para el desarrollo de la melodía (organismo).
Los errores más comunes en la relación entre genes y organismo son:
1. Los genes determinan el organismo: mentira, porque si dos gemelos monocigóticos (genéticamente idénticos), uno lo llevamos a Los Andes y otro a nivel del mar tendrán diferente producción de glóbulos rojos.
2. Los genes determinan la capacidad: el error, sólo parcial, es suponer que ambientes favorables lo son para todos los genotipos, y un ambiente desfavorable sería tan malo para el genotipo A, como para el B o el C.
3. Los genes determinan tendencias: el error es pensar que esa tendencia
Conclusión: el organismo en desarrollo se halla en todo momento bajo la influencia de la mutua interacción entre genes y ambiente.
No sé por qué extraña razón se pretende que mujeres y hombres vivan en una constante guerra de sexos y vivan enfrentados intentando ver quién es el mejor y quién está por encima o por debajo. Es una lucha absurda ya que vamos en contra de nuestra propia naturaleza. De hecho venimos de una mujer y un hombre, en nuestro ser tenemos estas dos energías (energía y masculina). Jung ya habló de que el ser humano estaba compuesto de animus y anima y Norberto Levy es uno de los psicólogos que más ha estudiado esta pareja interior.
En función del equilibrio que haya o no entre ambas podremos tener una vida más plena con nosotr@s mism@s y a la vez con las demás personas. Lo que sucede es que lo femenino tanto en el hombre como en la mujer está infravalorado. Este desequilibrio de las energías es lo que promueve que haya tanta violencia, porque una energía es la predominante y la otra, la que la compensaría está inhibida cuando no aniquilada.
Según este autor en su libro "El asistente interior: los mecanismos de la autocuración psicológica" expone cuatro creencias que interfieren en el equilibrio de estas dos energías:
1. varón es sinónimo de masculino y mujeres de femenino.
2. la presencia de un rasgo femenino en el varón es una falla en su condición de tal.
3. la energía masculina es mejor que la femenina.
4. dominando a la energía femenina se exalta la condición de varón.
Estas creencias tienen repercusiones graves cuando se dan en la relación entre un hombre y una mujer pero va más allá del aspecto relacional porque trasciende antes a lo personal, a lo que cada persona se hace a sí misma cuando piensa de esta forma.
Estas dos energías están en todo ser humano la cuestión es ver cuánto de equilibrado están en tí. Elsa Punset habla también a este respeto en el programa La mirada de Elsa. Diferencias entre hombres y mujeres.
En definitiva hombres y mujeres somos genéticamente diferentes pero podemos y no debemos ser humanamente desiguales.
Para terminar os dejo un vídeo divertido y que hace reflexionar sobre lo que sucede cuando ambas partes del cerebro tenemos en equilibrio y cuando no lo están.