En el calendario Con hombres de hoy, con hombres de mañana, un actividad englobada dentro del proyecto de la Asociación Comarcal de Mujeres Valle del Jerte y subvencionado por Diputación de Cáceres, Noviembre está dedicado a José María Villa González de El Torno. Un hombre que hilo a hilo va tejiendo otra realidad en la que los hombres se introducen en tareas feminizadas como es el encaje de bolillos.
Para él, "hilo a hilo, tejiendo igualdad" significa "que lo mismo que tiene el encaje de bolillos que tienes que ir con mucha paciencia así se va consiguiendo la igualdad, con paciencia y tesón"". Cierto es que los logros en igualdad llevan practicando dichas actitudes durante siglos para ir cambiando la multitud de situaciones de desigualdad que existen todavía a día de hoy.
El poder de la educación en su caso explica cómo entra en este mundo de la confección de bolillos. "yo lo he visto en mi casa de toda la vida. Cuando era pequeño yo vivía con unas señoras mayores y ellas estaban haciendo bolillos normalmente. Lo estás viendo, estás viendo cómo se manejan...cuando eres pequeño es que eres una esponja y los movimientos son muy básicos, yo me ponía a jugar cuando era pequeño y ese movimiento ya lo tenía es como montar en bici, no se te olvida". Su cotidianidad, su aprendizaje desde la infancia hizo que viera normal aquella tarea que llamaba su atención. El ejemplo que recibió de aquellas mujeres que le rodeaban hizo que pusiese en valor aquello que veía, ya que ellas le daban ese valor. Así sucede con la igualdad, cuando se educa desde la infancia, con el ejemplo, es la manera que cuando la persona crece la valora, la cultiva y a su vez la pone en práctica.
Posteriormente la vida le puso en bandeja la oportunidad de retomar esta labor tradicional y valiosa al necesitar su pareja una rehabilitación de la psicomotricidad fina. Elaboró él los palos, el mundillo (almohadilla donde se coloca la labor). Para él "es algo que te relaja muchísimo, el sonido de los palos es impresionante". A nivel personal le ha supuesto un hobby, una forma de disfrutar, aunque también señala "yo me veía raro a nivel de aquí en Plasencia. En muchos sitios me veía raro cuando llegas allí (a las concentraciones de bolillos) ves a 5, 6, 7 señores y decía bueno menos mal que no soy el único bicho raro", frente a 200, 300, 400 mujeres haciendo bolillos".
El ejemplo de José María no es único hay hombres que al igual que aquí también los hay que rompen con los esterotipos. En Santiago de Chile, el grupo "Hombres tejedores" organizó una intervención urbana para mostrar al mundo que es hora de acabar con los estereotipos. En su cuenta de facebook Hombres tejedores podéis ver sus acciones.
El ejemplo de José María no es único hay hombres que al igual que aquí también los hay que rompen con los esterotipos. En Santiago de Chile, el grupo "Hombres tejedores" organizó una intervención urbana para mostrar al mundo que es hora de acabar con los estereotipos. En su cuenta de facebook Hombres tejedores podéis ver sus acciones.
La gente se iba sorprendiendo al verle haciendo una tarea que tradicionalmente han hecho las mujeres. La respuesta de él ha sido "tengo manos igual que usted". Y así es, no hay cosas de mujeres o de hombres, sino de personas que quieren hacer cosas sin dejarse absorber por los estereotipos de género. Para muchos hombres de su entorno no harían nunca esta actividad, sin embargo él sí. Esta decisión le ha supuesto "un reto, mira lo primero romper, eso, una frontera, que dices ¿por qué yo no la puedo pasar? y lo segundo es que relaja muchísimo, me siento a gusto". Por otro lado, más en su ámbito familiar considera que hacer bolillos siendo hombre contribuye a que sus hijas tengan otro modelo de ejercer la masculinidad: "Tengo dos hijas, ven a su padre que no es el típico de lo que estamos acostumbrados a ver, lo veo positivo".
Le gustaría añadir que "Mi oficio, que debería de conocerse más tanto en hombres como en mujeres pero sobre todo en hombres meter un poquito de que se empiece a hacer algo, porque es una tradición que se está perdiendo. Es historia nuestra".
Por último, antes de marcharnos el mensaje que manda a otros hombres es que "hay que animarse y hacer de todo, que no hay cosas de hombres y cosas de mujer, que somos todo lo mismo, que tenemos las mismas manos, hay que tirar para adelante".
Y así nos vamos, muchas gracias a José Antonio por su ejemplo, por ponerse manos a la obra y romper otro estereotipo de género más, porque como él dice, no hay cosas de hombres o cosas de mujeres, tenemos manos igual, la educación es la base, desde la infancia. Son algunos de los ecos que resuenan en nuestros oídos tras pasar un rato hablando con él. ¡Gracias!.
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