martes, 6 de junio de 2017

JUNIO: HOMBRES DE NUESTRO TIEMPO

¡Hombres de nuestro tiempo! Así comenzamos junio en el Calendario “Con hombres de hoy, con hombres de mañana” elaborado por la Asociación Comarcal de Mujeres del Valle del Jerte a través de la subvención de Diputación para promover la igualdad entre mujeres y hombres.


Ya llevamos medio año, donde mes tras mes desde la Oficina de Igualdad os presentamos un resumen de las entrevistas que hemos realizado a los protagonistas que aparecen en el mismo para continuar con el ejercicio de visibilizar una nueva forma de ser hombre, rompiendo estereotipos de género en ellos.


En esta ocasión nos vamos a Jerte donde Berna Ciudad Guinaldo nos recibe en su tienda, en su rincón dedicado al arte de coser. Nuestro más sincero agradecimiento por abrirnos sus puertas y dejarnos conocerle.


Su opinión sobre la frase que le acompaña “Hombres de nuestro tiempo” es que “debería de estar normalizado, creo que sí que puede ser de nuestro tiempo el realizar tareas por igual unos y otros” aunque por otro lado cree “no es tan común en este entorno en el que vivimos”.


¿Cómo es que un hombre cose y se dedica a ello? Pudiéramos preguntarnos al ver a Berna coser, para él es algo más familiar, cotidiano y habitual “mi madre ha cosido siempre, tengo dos hermanas y las llevó a estudiar corte y confección, a mí no. Mis hermanas hicieron su curso de corte y confección cuando llegó a la edad porque era lo que había que hacer y había que saber eso”. Ya de adulto “con mi actual pareja hemos cosido también y un día nos pusimos a hacer ropa y luego estuve intentando hacer la formación aquí en Jerte”.


A nivel personal el romper estereotipos cosiendo, que es una actividad que el mundo patriarcal considera una tarea de “chicas” para él ha supuesto ser “una forma muy educativa para mis hijas y para que la gente,, para las nuevas generaciones que puedan venir detrás. El ver este tipo de modelos o que hay chicos que van a clase de corte y confección, el ir rompiendo estos tabús es algo interesante. Creo que es una aportación que puedo hacer”.  Para él el coser es algo que “me gusta, es divertido”.


La incidencia de su posicionamiento frente a este tema en su pareja, hijas, familia es que “intento que les suponga una normalización tanto en el tema profesional con todas las cosas que hago. Intento que lo vean normal, como que somos personas y que hacemos cosas indiferentemente del sexo que tengamos. Las diferencias de sexo no son las diferencias de género que nos han impuesto y que lo vean claro. Yo tengo 4 hijas”.

Sobre si es consciente de su aportación al cuestionamiento y ruptura de estereotipos a través de la publicación y distribución de los calendarios considera que “Al final son todo gotas de agua sobre una piedra, (y pueden pensar) mira hay hombres que hacen otras cosas, vamos a hacerlas nosotros”.


Manda un mensaje para otros hombres destacando la pérdida que para ellos supone el seguir manteniendo los estereotipos de género, que valoran en extremo su fortaleza impidiéndoles mostrar otros aspectos de su desarrollo como persona como por ejemplo la ternura, el cuidado de los hijos. 

Para Berna los hombres “deberían reflexionar o sea que el que nos han educado que somos ganadores, en nuestro papel y yo creo que no hay ganadores sino que todos perdemos algo. Hasta que no seas capaz de disfrutar de esas cosas que has perdido porque no se te han dejado hacer no vamos a entender de qué va esto de la igualdad de género”. Y es que el patriarcado a los hombres también les hace daño, les quita la oportunidad de desarrollarse íntegramente como persona, pierden el poder derrumbarse, 

Y el mensaje que tiene para las mujeres es que “a los que queremos, que nos dejen acercarnos”. “Te quedas fuera de juego de los grupos de hombres porque no quieres ese rollo de…no quieres estar ahí y te quedas fuera de los grupos de mujeres porque si los cerramos demasiado para apoyarnos entre nosotras y tal hay una tierra de nadie en la que estamos los que entendemos las cosas de otra manera. Por lo que hay que crear espacios para todos”.


Por último su propuesta es “seguir trabajando en políticas de igualdad con los hombres. Me parece fundamental que las políticas de igualdad trabajen con los hombres y que haya hombres ahí trabajando en ella”. Y lanza un cable al resto de protagonistas del calendario “vamos a juntarnos esos 11 que estamos ahí y de ahí intentar sacar algo”.

Nos marchamos reflexionando sobre el papel que tienen estos hombres, para reconstruirse desde otro lugar más libre, sin tanto estereotipo de género, sin que les coarte el “quédirán”, mostrando otra forma de ser hombre, caminando por “tierra de nadie” y con el firme convencimiento de que así, con el ejemplo, es la forma que ha encontrado para educar a sus hijas y para  volver a construirse a sí mismo. Una reconstrucción que le hace tener más espacio interior, más diáfano, más libre. 


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