martes, 1 de agosto de 2017

AGOSTO: "La profesionalidad y la igualdad, no dependen del género, sino de la condición humana"




¡La profesionalidad y la igualdad, no dependen del género, sino de la condición humana! Con esta frase comenzamos este mes de agosto del Calendario “Con hombres de hoy, con hombres de mañana” elaborado por la Asociación Comarcal de Mujeres del Valle del Jerte a través de la subvención de Diputación para promover la igualdad entre mujeres y hombres.

Esta vez tomamos rumbo a Piornal y hablamos con José Luis, más conocido como Juvi, en plena faena de trabajo. Cuando le preguntamos por su profesión responde “enfermera”. Sí, sí, así se refiere Juvi a sí mismo, ya que es poco habitual que un hombre se identifique con una palabra en femenino, choca por no ser lo habitual. El motivo por el que lo hace es “porque en los libros de enfermería siempre pone: la enfermera hará esto, la enfermera hará lo otro…”.

Juvi aparece en este proyecto “Superando desigualdades de género  ”porque Celia Díaz fue la que me lo propuso y me contó que era con la intención de recopilar oficios que eran típicamente femeninos”. De hecho el que aparezca en este calendario y se haya difundido por todo el Valle del Jerte le parece positivo “Yo orgulloso de estar en el calendario y que se hayan fijado las mujeres que este trabajo es de ellas y que lo ocupa un hombre y que les parece bien, además el enfoque me parece muy curioso, porque yo creo que siempre hemos estado con batallas, y esto es muy inclusivo en la Asociación de mujeres,   como que siempre nos han visto como al enemigo y les llama la atención que hagamos cosas que normalmente hacen ellas y eso me parece muy bonito”.

Para él la frase elegida que le acompaña en el calendario es muy acertada porque “concretamente en mi profesión cierto tacto sí que es necesario y depende más de la persona” “no es que esté vinculado al género, para que te lo hagan bien, sino a la persona en sí, a sus capacidades y a sus aptitudes”.

Cuando le preguntamos qué supone para él el ser consciente de romper estereotipos nos responde que “siempre he sido consciente que es una profesión muy femenina, porque la gran mayoría de mis compañeras son compañeras, son mujeres, pero tampoco yo me planteo que esté con una lanza para romper nada porque también hay muchos compañeros, no creo que esté rompiendo”, “no tengo la sensación de haber hecho nada para romper”. También le parece que en su profesión, a pesar de estar feminizada, porque la mayoría de sus compañeras son mujeres, ha existido la figura del practicante, y nos comenta que “igual en otro servicio se ve más raro, pero en el medio rural no, porque está la figura del practicante”. Por lo que el hecho de haber tenido otros que le antecedieron en un puesto similar hace que no se vea tan raro encontrarle a él ejerciendo de enfermero.

Su entorno social masculino asume con total normalidad su trabajo y su posicionamiento frente a lo que implica ¡la profesionalidad y la igualdad no dependen del género sino de la condición humana. En cuanto a cómo lo hace su entorno social femenino, en su trabajo sus pacientes mujeres le aceptan y él tiene en cuenta las posibles dificultades que pueda haber en la atención a las pacientes haciendo su trabajo con la mayor delicadeza “si hubiera habido otra opción, seguro, y bueno, yo soy el primero que tengo eso en cuente y si hubiera habido otra opción y veo cualquier pega o veo algo, derivaría a otra compañera, pero aquí tengo que atender yo y con todo el cuidado del mundo en esos aspectos más delicados, ..., no hay otra”.

Cuando le preguntamos lo que le supone a nivel personal esta decisión su respuesta es decidida, “no me incomoda en absoluto, ni tengo que justificarme ante nada. Además procuras que por tu trabajo seas reconocido socialmente, que la gente te aprecie y con eso te quedas, yo me siento bien. No me da vergüenza ninguna, yo lo digo en todos lados que soy enfermera, y bueno cuando dices enfermera a lo mejor se ríen por hacer la gracia, pero no hay ningún problema y el reconocimiento está, soy un profesional de la salud”.

Ya vamos terminando la entrevista y le preguntamos si les querría decir algo a otros hombres respecto a la ruptura de estereotipos y su respuesta aboga por seguir evolucionando “que hay que dar pasos en ese sentido, no podemos estar como hace doscientos años, no podemos estar etiquetando a la gente porque le guste hacer bolillos. Ya está bueno el asunto, no?, no le hace mal a nadie. Es su opción. ¿Cómo no vas a plancharte la camisa, si es tu camisa?”.

Y respecto al mensaje que le diría a ellas “tendrían que dar el paso a respetar a quien da el paso a hacer una actividad no propia de (hombres)”, “hay veces que ellas mismas te dicen quítate de ahí, y así no aprendemos si desde chiquititos no me dejan hacerlo, no voy a aprenderlo y eso encamina y marca profesiones, porque se van etiquetando desde pequeños”.

Antes de marcharnos le proponemos si quiere añadir algo más sobre lo hablado y añade “yo creo que ya tenemos que ir dando pasos para estar abiertos a cualquier cosa que sea por enriquecer, aportar, no tenemos que separar por géneros y sobre todo en nuestro entorno, hay que ir dando pasos”, “es un tema de actitudes, la gente que está haciendo algo que no es habitual, pues valorarlo, inculcando poco a poco, las familias que lo hablen. Hay que seguir trabajando en las familias y hay que seguir a la gente que rompe y claro”.



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